CHAUCHAS CALIENTES

Se pelan bien las chauchas, es decir, se las despoja de las puntas y los hilos; se cocinan en el mínimo posible de agua con sal, se escurren guardando el agua para añadirla a la sopa, pues es rica en minerales.

Se hace fundir Yu pan de manteca y se añade el queso rallado hasta formar una pasta espesa; se cubre con ella las chauchas y se ponen al horno.

Variante: Las chauchas bien calientes y con un poco de manteca se cubren como antes y entonces no es necesario el horno.

Es un plato muy rico en proteínas y grasas, así como en calcio y hierro, que el niño puede comer desde que sea capaz de masticar las verduras.

Está muy indicado en aquellos perezosos de vientre por el alto residuo celulósico de la chaucha.

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