ENSALADA DE PAPAS I
Cualquiera sabe hacer una ensalada de papas; intencionalmente dirigida al niño exige ciertas minucias técnicas que permitan aprovechar íntegramente los aportes del tubérculo.
Se cocinan las papas con su cáscara en agua; cuando están cocidas se desnudan, se cortan en pedazos y se sazonan con aceite, perejil y jugo de limón recién exprimido.
La precaución en el modo de cocerlas preserva el alto valor proteico y mineral de la papa que aporta potasio, calcio, magnesio, hierro, cobre, fósforo y azufre que de otro modo se pierden fácilmente. Siendo una ensalada que se ofrece con frecuencia al niño chico (a quien le gusta comerla directamente con la mano) el detalle es principal.