SALSA DE AJÍES

Para cuatro personas, se requieren 6 ajíes dulces frescos, 30 g de manteca, 1 cucharada de harina, 1 vaso de leche, 1 cucharadita de extracto de tomate, paprika, un cebolla y sal.

Se corta finamente la cebolla y se coloca en el aceite a fuego lento sin que llegue a dorarse.

Se agregan los ajíes, cortados en trozos, unos minutos para que tomen sabor; se añade 1 taza de agua en la que se habrá diluido el extracto de tomate, se sala y se deja a fuego lento veinte minutos, se tamiza.

Aparte se prepara la salsa blanca: manteca derretida más harina hasta que se tueste ligeramente, se agrega la leche tibia y se deja cocer siete u ocho minutos; se añade enseguida la pasta de pimientos y se mezcla íntimamente, sazonando con sal y paprika.

Acompaña bien a los huevos y a las verduras.

Es muy rica en minerales, contiene hierro, cobre y fósforo y vitamina A, debe suponerse que las demás se han perdido en la cocción.

Por supuesto que la paprika puede suprimirse y en cierto modo es redundante en la receta, la he dejado porque las amas de casa suelen tenerle cierta aprensión; recuerdo que es, simplemente, una variante del pimentón con grandes propiedades antisépticas.

Se obtiene fácilmente en las casas del ramo.

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