SALSA DE CEBOLLA
Se cocinan 100 g de cebollas cortadas en rodajas en 30 ó 40 cm3 de leche con sal y un poco de nuez moscada; ya cocidas se escurren, guardando el líquido, y se pican finito.
En una cacerola se funden a fuego suave 20 g de manteca, a los que se agregan 20 g de harina que se hace dorar un poco; se añade la leche en que se cocinaron las cebollas, se hierve, se incorporan las cebollas picadas cuando la salsa ya está espesa; se la cocina siete u ocho minutos más.
Es, en definitiva, una salsa blanca enriquecida con los importantes minerales de la cebolla: calcio, hierro, cobre, fósforo.
Las vitaminas deben considerarse perdidas en la cocción menos la A de la leche, la manteca y la cebolla.
Puede darse desde el año de edad; la nuez moscada no ofrece inconvenientes.