SALSA DE QUESO
Es una variante de la anterior también muy rica en calcio y vitamina A y con iguales indicaciones.
Se derriten 30 g de manteca a fuego lento y se echan 30 g de harina fina revolviendo con viveza con una cuchara de palo, sin que se dore la harina; se aleja la cacerola del fuego y se añaden 120 g de leche poco a poco y mezclando, se vuelve al fuego y se deja cocer despacio, revolviendo continuamente y se añade igual cantidad de leche y dos cucharadas bien llenas de queso duro rallado, se deja hervir despacio para que el queso se derrita e incorpore, hasta que se alcance la consistencia deseada.
Se sazona a gusto.