PAPILLAS (SOPAS DE LECHE)

Se pone a hervir a fuego lento la cantidad necesaria de leche para llenar un plato (1/4L); cuando esté hirviendo (hay que cuidar que no se vuelque por «subida»), se añade en forma de lluvia el cereal: sémola, fariña, tapioca, avena, arroz y se revuelve hasta que esté bien cocido. Si se usa harina en vez de grano o sémola hay que hacer previamente una mezcla homogénea con agua fría y añadirla poco a poco a la leche.

El tiempo requerido es variable, según el que el grano tarde en hidratarse, hincharse y hacer engrudo, lo que puede abreviarse precociendo el cereal, aunque no es necesario y complica la técnica.

Una precaución es necesaria y a menudo olvidada: hay que añadir siempre una o dos pizcas de sal, además del azúcar, pues las papillas son dulces.

La consistencia varía con el gusto de cada bebe, que la mamá fija por observación; hay quienes la prefieren muy líquida, otros la aceptan de consistencia casi sólida.

Se ofrecen como merienda regular en el segundo semestre de la vida.

Equivalen a una mama­dera espesa.

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