Alimentos que respetan la naturaleza, los mejores aliados para la nutrición de nuestros hijos
En los últimos años se ha producido un incremento significativo en la producción y consumo de alimentos ecológicos. Esto se debe al mayor conocimiento que se tiene de sus beneficios para la salud del consumidor como para el cuidado del medio ambiente.
La agricultura ecológica, orgánica o biológica es una forma de producción agrícola basada en la gestión integral del ecosistema en lugar de la utilización de fertilizantes y plaguicidas sintéticos.
Los alimentos de origen vegetal ecológicos excluyen el uso de semillas y especies modificadas genéticamente (transgénicos), conservadores, aditivos e irradiación.
La producción de alimentos de origen animal excluye el uso de medicamentos veterinarios (hormonas y antibióticos) y el tratamiento postmorten con nitritos ni otras sustancias químicas.
La introducción de alimentos ecológicos en la alimentación de la familia beneficia la salud de todos, pero especialmente la de los más pequeños, que están en pleno crecimiento. De esta forma, evitamos que los niños consuman de forma involuntaria pesticidas, conservantes y multitud de productos químicos que pueden llegar a ser perjudiciales.
Los niños son más susceptibles porque tienen un menor peso corporal y sus órganos están en desarrollo, por lo que a igual dosis de tóxicos que un adulto, mayor es el efecto de su toxicidad.
¿Qué beneficios ofrecen los alimentos ecológicos a tu hijo?
En cuanto a los alimentos de origen vegetal:
– Utilización de alimentos de temporada que conservan intactas sus propiedades nutricionales. Se mantiene su aporte de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales.
– Mantienen sus cualidades organolépticas, es decir, textura, apariencia y sabor mucho más intenso.
– Son alimentos mucho más saludables, pues han crecido de forma natural en los árboles o en el suelo sin necesidad de usar productos que favorezcan su rápido desarrollo al haber sido recolectados en su momento justo de maduración.
– Favorecen la diversidad de los cultivos, así como del mantenimiento de una agricultura tradicional y local.
– Al haber sido cultivados sin aditivos ni pesticidas cuidamos el medio ambiente, ya que ahorramos en emisiones de CO2.
En cuanto a los alimentos de origen animal:
– La ganadería ecológica rechaza técnicas de sincronización de celos mediante procedimientos no naturales, la manipulación genética, tratamiento con medicamentos que puedan dejar residuos, vacunación innecesaria y alimentación mediante mezclas de subproductos de origen animal, estimuladores del crecimiento y del apetito, urea u otras sustancias tóxicas.
Porque escoger para él una alimentación sin residuos de plaguicidas
Los plaguicidas son utilizados en la agricultura para combatir diferentes plagas que puedan echar a perder el cultivo y provoquen pérdidas económicas.
Los estudios científicos muestran que pequeñas dosis de pesticidas y otros químicos pueden aumentar los riesgos crónicos y causar daño a la salud de las personas, especialmente durante el desarrollo fetal y la infancia.
La exposición a pequeñas dosis de pesticidas de forma prolongada genera efectos locales (irritación de piel y mucosas) o sistémicos (alteraciones del sistema hormonal, nervioso, etc.).
La agricultura ecológica utiliza alternativas naturales para luchar contra las plagas.
Porque escoger para él una alimentación sin especies modificadas genéticamente (transgénicos)
Los alimentos transgénicos son aquellos que han sido producidos a partir de un organismo modificado genéticamente (OMG).
Según alerta la organización ecologista Greenpeace, este tipo de alimentos no sólo tienen efectos medioambientales, agrarios y socio económicos, sino también sobre la salud de las personas. Afirman que los riesgos sanitarios a largo plazo de los organismos modificados genéticamente presentes en nuestra alimentación o en la de los animales cuyos productos consumimos no se están evaluando correctamente y que, al día de hoy, se conocen lo siguientes efectos sobre la salud:
– Aparición de nuevas alergias por introducción de nuevas proteínas en los alimentos.
– Aparición de resistencias a antibióticos en bacterias patógenas para el hombre. Es decir, algunos transgénicos pueden transferir a las bacterias la resistencia a determinados antibióticos que se utilizan para luchar contra enfermedades tanto humanas como animales (por ejemplo, a la amoxicilina).
– Aparición de nuevos tóxicos en los alimentos.
– Incremento de la contaminación en los alimentos por un mayor uso de productos químicos en la agricultura.
– Disminución en la capacidad de fertilidad.
Porque escoger para él una alimentación sin aditivos alimentarios
Cada aditivo tiene un uso tecnológico determinado en la industria alimentaria. Su consumo es seguro siempre que se cumplan todas las especificaciones correctamente. El problema viene cuando se toman dosis excesivamente elevadas, especialmente entre la población infantil. Por esta razón, es recomendable limitar su uso aquellos productos en los que son imprescindibles.
Muchos de los alimentos que forman parte de la alimentación habitual de los niños contienen aditivos: bebidas refrescantes, aperitivos (patatas fritas, cortezas, gusanitos, etc.), golosinas (caramelos, chicles, espumas dulces, productos de gelatinas) y chocolates varios.
Entre los que están presentes con mayor frecuencia se encuentran los colorantes, el ácido cítrico y los conservantes.
De entre los colorantes, los más utilizados son el caramelo (colorante natural), la tartracina y el amarillo de quinoleína. Este último es un colorante sintético que se utiliza en bebidas con color naranja y en algunos países como Canadá, Estados Unidos y Japón no se permite su uso como aditivo alimentario.
Otro colorante muy utilizado es el amarillo anaranjado (da el color naranja a los refrescos y golosinas). Parece ser que ocasiona alteraciones en niños predispuestos a alergia y síndrome de hiperactividad.
El azul patentado V se utiliza en la producción de golosinas y da color azul violeta. De él se han descrito casos de anafilaxia en niños igualmente predispuestos.
Porque escoger para él una alimentación sin irradiación
La irradiación de alimentos es el proceso de exposición de los alimentos a la radiación ionizante para destruir microbios o insectos que pueden estar presentes en un alimento.
Además, tiene otras aplicaciones como la inhibición de la germinación, retraso de la maduración, aumento e rendimiento de zumo y mejora de rehidratación.
Los alimentos irradiados no se vuelven radiactivos pero, en ocasiones, puede haber cambios sutiles químicos.
Porque escoger para él una alimentación sin residuos de hormonas
Hace años que se vienen utilizando diferentes sustancias para el engorde de los animales en producción con el objetivo de que estos puedan incrementar su peso por encima de lo normal en el mínimo de tiempo posible.
Entre las más utilizadas se encuentran los beta-agonistas, sobretodo el clenbuterol, sustancia con acción tóxica tras el consumo de hígado, órgano donde se detoxifica la sustancia.
El clenbuterol consigue un aumento de peso por incremento de la masa muscular y una disminución de la grasa.
En ocasiones, se detectan en carnes sustancias con acción hormonal, tanto la MPA (hormona masculina) como los estrógenos (hormonas femeninas). Estas aumentan el rendimiento de la producción de manera ilícita, perjudicando claramente la salud del consumidor. Se introducen en la alimentación de los animales y finalmente, llegan a nuestro organismo.
Es importante tener en cuenta que en Europa este tipo de práctica está totalmente prohibida.
El uso de estas sustancias no se permite porque ponen en riesgo la salud del consumidor. Aunque se metabolizan en el animal y llegan a nuestro organismo en pequeñas cantidades, su exceso durante largos periodos de tiempo podría estar relacionado con la aparición de algunos tumores hormonodependientes, como son los tumores de próstata y vejiga en el hombre y los de pecho, útero en mujeres, entre otros.
También podría estar relacionado con la aparición de casos de infertilidad.
Porque escoger para él una alimentación sin residuos de antibióticos
Los antibióticos se llevan usando hace tiempo para la prevención y tratamiento de infecciones en el ganado, e incluso para su engorde.
El uso abusivo de antibióticos provoca fenómenos de resistencia debidos a la adaptación de los microorganismos al principio activo del fármaco.
La aparición de estas resistencias aumenta la incidencia de infecciones causadas por los microbios resistentes o por el fallo terapéutico del antibiótico, tanto para el animal como para el hombre.