Todo lo que necesitas saber sobre los prebióticos y los probióticos

Seguro que en varias ocasiones has podido observar en la tienda donde sueles hacer la compra alimentos tales como ricos en calcio o fitoesteroles o fibra, enriquecido con hierro u omega 3, etc.
Se trata de productos nuevos en el mercado que, además de destacar por sus propiedades nutritivas, contienen ciertos elementos, cuyo consumo diario dentro de una dieta equilibrada contribuye a mantener o mejorar nuestro estado de salud y bienestar.

Entre las principales funciones y objetivos de salud de estos productos alimenticios se encuentran el crecimiento y desarrollo, metabolismo o utilización de nutrientes, defensa antioxidante, sistema cardiovascular, fisiología o funcionamiento intestinal y funciones psicológicas y conductuales.

Algunos ejemplos de alimentos funcionales son los prebióticos y probióticos.

Que son los prebióticos y que beneficios nos aportan

Los prebióticos son sustancias contenidas en un alimento que no se pueden digerir ni absorber antes de llegar al colon. Se trata de sustratos selectivos de una o varios tipos de bacterias de la flora intestinal con capacidad de modificar favorablemente la composición de la flora colónica, aumentando el crecimientoy/o la actividad metabólica de cepas del grupo de los lactobacilos o de las bifidobacterias.

La fibra soluble llega al intestino grueso totalmente inalterada y aquí las bacterias colónicas pueden digerirla en mayor o menor medida dependiendo de su estructura puesto que disponen de numerosos enzimas con gran actividad metabólica. Este proceso de digestión se produce en condiciones anaerobias, por lo que se denomina fermentación.  Los principales productos de la fermentación de la fibra soluble son ácidos grasos de cadena corta, gases (hidrógeno, anhídrido carbónico y metano) y energía. Los ácidos grasos de cadena corta y los gases son capaces de estimular el crecimiento del número de microorganismos presentes en el colon. Se absorben rápidamente en más del 90% por el colonocito junto a sodio y agua, lo que disminuye la diarrea asociada a la mala absorción de hidratos de carbono.

Las bifidobacterias producen cantidades importantes de ácido láctico que disminuye el pH colónico, controlan el crecimiento de bacterias perjudiciales (Escherichia colli, Klebsiella, Fusobacterium,Bacterioides y Clostridium), ayudan a eliminar el amonio tóxico y sintetizan vitaminas, principalmente del grupo B.

Algunos minerales pueden llegar a formar compuestos insolubles con elementos constitutivos de la fibra, como por ejemplo los fitatos de los cereales, los tanatos de las espinacas, habas, lentejas y plátanos o los oxalatos de la coliflor y espinacas. Pero la actividad de estas bacterias libera dichos minerales en el colon, donde se pueden absorber en cantidades destacables (aunque la absorción de los minerales es más lenta en el colon que en el intestino delgado).

Un ejemplo de este tipo de alimentos son aquellos en los que se han añadido fibras, como por ejemplo los fructooligosacáridos o la inulina. Nuestro organismo no tiene capacidad para digerirlas, por lo que pasan intactas todo el tránsito intestinal, pero son sustrato nutritivo para las bacterias intestinales y estas, a su vez, tienen la capacidad de alterar positivamente nuestra flora (el consumo de este tipo de fibra soluble puede llegar a multiplicar por diez el número de las bifidobacterias).

Funciones básicas de la microbiota intestinal y su posible optimización mediante el uso de prebióticos

FUNCIONES METABÓLICAS

• Incremento de la absorción de calcio

• Regulación del metabolismo hepático de los lípidos

• Formación de biomasa fecal

FUNCIONES DEFENSIVAS

• Prevención y tratamiento de infecciones gastrointestinales

• Prevención de infecciones sistémicas por translocación bacteriana

FUNCIONES TRÓFICAS

• Prevención y tratamiento de las enfermedades con base autoinmune: enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, etc.

• Prevención del cáncer colorectal

¿Y los probióticos?

Los alimentos probióticos contienen bacterias vivas en el momento de la ingesta. Su consumo habitual se asocia a efectos beneficiosos para la salud puesto que mejoran el equilibrio del ecosistema bacteriano intestinal.

Los microorganismos más utilizados en este tipo de alimentos pertenecen a los géneros Lactobacillus, Streptococcus y Bifidobacterium, que se engloban dentro de las bacterias ácido-lácticas (BAL). Aunque existe una

lista más amplia de microorganismos que son candidatos a ser utilizados como probióticos.

Beneficiosos de los probióticos para la salud

• Estimulación de la respuesta inmunitaria

• Mejora del equilibrio de la microflora intestinal

• Efecto adyuvante en la vacunación

• Reducción de las enzimas fecales implicadas en la iniciación del cáncer

• Tratamiento de la diarrea del viajero

• Terapia antibiótica (control de Rotavirus y de Clostridium difficile, así como de úlceras relacionadas con Helicobacter pylori)

• Reducción del colesterol sérico

• Antagonismo con patógenos originados en alimentos y con microorganismos que provocan caries

• Reducción de los síntomas de malabsorción de la lactosa

• Prevención del eczema atópico

Un ejemplo de este tipo de alimentos son las leches fermentadas frescas (no han sido termizadas después de la fermentación, y por ello precisan frío para su conservación).

¿Su consumo es imprescindible?

Aunque los alimentos funcionales son susceptibles de mejorar la salud, no hay que otorgarles superpoderes. Resultan beneficiosos y aportan un complemento saludable a una alimentación equilibrada y estilo de vida apropiado, siempre que se respete la ingesta recomendada por el fabricante.

Es importante aclarar que ni curan ni previenen enfermedades por si solos, y no son indispensables pero si resultan una opción a tener en cuenta en circunstancias concretas (deportistas de élite, personas que padecen alteraciones o enfermedades como diabetes, obesidad, alteraciones digestivas, etc.).

Su consumo durante la etapa de crecimiento puede ser beneficioso pero antes, siempre debe ser valorado por un experto.