RANAS AL GRATIN
Se limpian, lavan y secan las ranas; se cortan en pedazos claramente señalados por su anatomía (los miembros se separan netamente del tronco); se sazonan con sal y pimienta y se cocinan en medio vaso de vino blanco; paralelamente se prepara salsa blanca que se condimenta con sal, pimienta y queso rallado; se ponen las ranas en una fuente de horno, se cubren con la salsa, se espolvorea con queso rallado, se bañan con manteca derretida y se gratinan en el horno muy caliente.
Se trata de un plato completo en proteínas, grasas, calorías y minerales, especialmente calcio, que se puede dar a cualquier edad a partir del año.
Las ranas pueden servir de pretexto para hacer comer leche y queso en curas de engorde.
El vino de la receta no lleva ninguna contraindicación, pues el calor evapora totalmente el alcohol.