QUESO REBOZADO CON HUEVOS

Se cortan pancitos franceses longitudinalmente en dos, es mejor que sea pan del día anterior; se los moja en leche fría y se les exprime (no deben «empa­parse»); se unta el interior de cada rebanada con bastante salsa blanca y se pone una feta muy fina de queso y se tapa con la otra parte del pan; se pasa por huevo batido y se fríe en aceite.

Es un modo muy atrayente de ofrecer al niño pan, leche, manteca, queso y harina.

Se trata de un alimento muy completo en proteínas, grasas, calorías y mine­rales, especialmente calcio y fósforo, indicado en todas las etapas de la infancia.

Debe considerarse que no aporta vitaminas aunque probablemente con­tiene A y D.

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