PAPAS CON QUESO AL HORNO
Se cocinan en agua con sal papas sin ojos con la cáscara; cuando están cocidas se desnudan, se cortan en rebanaditas y/o cuadraditos y se saltean en manteca; se ponen en una fuente de horno y se cubren con queso rallado; se mantienen en el horno hasta que se gratinen, es decir, hasta que la cubierta constituya una cáscara resistente debajo de la cual el contenido está blando; ello exige un horno bien caliente.
Es un modo de dar queso y calorías al niño, quien puede comerlo desde el séptimo mes de su vida; es rico en calcio y fósforo.