CÓMO RECONOCER EL PESCADO FRESCO

Es ésta una receta esencial intercalada de propósito en­tre las de preparación.

Los ojos deben ser claros y transparentes como si estuvieran vivos.

La piel se man­tendrá brillante y con escamas pegadas al cuerpo.

Las agallas deben permanecer coloradas, sin rayas grises blanquecinas.

La carne consistente y elástica; la opre­sión con el dedo no debe dejar hoyo o depresión alguna (signo del «godet»), por fin el olor es tal vez el signo más sutil, debe sentirse agradable, fresco, a mar y algas.

En la alimentación del niño debe darse neta preferencia al pescado de mar; el de río es mucho me­nos rico en sales y carece de yodo.

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